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  • Esta orientaci n que es innegable

    2019-04-28

    Esta orientación que es innegable, incluso necesaria para el análisis de ciertas disciplinas residuales como la administración pública y la ciencia política, vista desde los paradigmas institucionalista y neoinstitucionalista es débil al momento de referir el sentido de la crisis del Estado, de la forma en la que se construye y constituye el entramado de las relaciones sociales, no diferenciadas o separadas radicalmente de lo económico y lo político, sino integradas como un Todo, que en el argumento de la interpretación significa una reflexión crítica gmol los fenómenos de la explotación y la dominación social. Como Refieren Gilly y Roux, Al Citar a Husson, Por lo tanto, tirar por la borda las interpretaciones que vinculan el universo de lo político estatal con los diversos procesos de la dominación social, es como señala Avalos, si en la teoría, en el nivel de lo racional, o de lo consciente, no se quisiera reconocer, por incómoda o molesta, una experiencia traumática que no obstante sigue existiendo. “Desalojo” o “represión” fue el nombre técnico que dio Freud a este fenómeno psíquico. Convenientemente llevada al plano social y político, puede hablarse de una sintomática represión de un vínculo traumático; a saber: el que mantienen, de forma constitutiva y “siempre-ya”, la economía y la política. Asimismo, analógicamente y guardadas proporciones, cuando el vínculo deviene como necesidad de cambio, y la descalificación es un sinsentido, algunas formas de amputación pueden desempeñar un papel trascendental si las asumimos como castigo. En Freud, a través de la castración se cancela el deseo inconsciente de tener relaciones sexuales con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo. En esa circunstancia, la amputación se acepta. Pero ¿qué ocurre cuando existe un desmantelamiento sistemático de la lógica estatal y se acepta? En ese momento se incorpora en la cotidianidad relacional, social, un diagnóstico débil y superficial, que le significará una “privación”, la cual no es más que una “nueva” forma de castigo no-institucionalizado. Por eso la acepta políticamente, a manera de nuevas formas de cesarismo, bonapartismo o bismarckismo. Es el establecimiento del autoritarismo democrático caudillezco necesario, progresivo si garantiza el proceso de alineamiento de intereses de la desahuciada economía local, nacional con el capital transnacional, y regresivo si la política imposibilita dicho vínculo y emplea los recursos estatales para inversión y gasto social con políticas asistencialistas. No se trata de una simple paráfrasis de “ellos saben muy bien lo que hacen, pero aun así lo hacen”, porque al interpretar el sentido que asume el entramado social, relacional, como depositario de las “acciones” reformistas estatales, es evidente que existe una necesidad por estructurar la propia realidad social, que se logra a Elongation factors través de la ilusión, pero no para enmascarar el estado real de las cosas. De ahí que su función no sea otra que ofrecer un punto de fuga de la realidad. Es la realidad social misma como una huida de algún núcleo traumático, es la ilusión de lo real. Por eso, “ellos saben que en su actividad, siguen una ilusión, pero aun así lo hacen”. De forma complementaria, el sentido de las “recetas” a la crisis del Estado podría expresarse a través de lo señalado por Zizek, quien refiriéndose a Lacan, menciona que fue éste el que evidenció el gran logro de Marx: “demostrar que todos los fenómenos que a la conciencia burguesa cotidiana le parecen simples desviaciones, deformaciones contingentes y degeneraciones del funcionamiento (anormal) de la sociedad (crisis económicas, guerras y demás) son abolibles mediante el mejoramiento del sistema.” Analógicamente lo que para Freud sería el funcionamiento de la mente humana: los sueños, los lapsus y fenómenos anormales similares, son las reformas para el modelo de apropiación neoliberal, como productos necesarios del sistema y la fuente de la crisis de la forma-Estado. Las reformas son causa y no consecuencia.
    El sentido del “cambio” institucional como superación de la crisis de Estado El Estado es un asunto clave para la comprensión de las dinámicas políticas, económicas y sociales en América Latina. No sólo como aparato, sino como proceso relacional, que permite superar el límite del paradigma de las transiciones y la consolidación y los límites de la temática propuesta por el Consenso de Washington. Como hipótesis, Oliver plantea que Sin embargo, la transformación del Estado para el desarrollo, y en ello la forma-Estado, no le otorga del todo la razón. La crisis del Estado significó, con elementos democráticos y reaccionarios (democracias autoritarias), y desde una reformulación regresiva del papel del Estado, la implementación de una ola de reformas que buscaron “resolver” el problema sustantivo de la región, identificado como político, pero “resuelto” desde lo económico: gobernabilidad democrática.